El querrequerre: Amo y señor de Sabas Nieves


Caracas, 2005, Joaquín Pereira (UCV).- Domingo en la mañana en la capital de Venezuela. Como varios de sus habitantes, me dispongo a subir al cerro El Ávila por uno de sus senderos más frecuentados, el de Sabas Nieves, ubicado en el municipio Chacao, que se ve beneficiado con 2.700 hectáreas del llamado pulmón de Caracas.

Algunos van a liberar estrés para enfrentar una nueva semana de trabajo; otros cumplen con su rutina de ejercicios; yo voy en búsqueda de un personaje huraño que habita esos parajes. Su nombre científico: Cyanocorax yncas; su apodo criollo: Querrequerre.

Cuando en la mesa de redacción me asignaron la pauta del querrequerre, pensé que me mandaban a entrevistar a una actriz venezolana celebre por su mal carácter. Pero no, se referían al ave que ha hecho de El Ávila uno de sus hogares predilectos.

Armado de unos desgastados zapatos deportivos, cantimplora, y un koala con grabador, libreta pequeña, bolígrafo y una copia del libro Una Guía de Aves de Venezuela, escrito por William H. Phelps Jr. y Rodolphe Meyer, llegué a la entrada del sendero que debía recorrer.

Quien haya leído la historia del famoso niño Harry Potter seguramente estará de acuerdo conmigo en que el pasadizo inicial que hay que atravesar para llegar al camino por donde se llega a Sabas Nieves, se parece al callejón Diagon, donde el aprendiz de mago compra sus artilugios.

Allí, el visitante puede encontrar vendedores de mapas, jugos, tortas; a artesanos que ofrecen atrapa sueños, palos de agua, flautas indígenas; a grupos new age invitando a sesiones de meditación o a personas que dicen ser psíquicas.

-Papá, ¿es verdad que allá arriba las personas se convierten en pájaros? - pregunta un niño que no llega aún a los 5 años.

-Si Luisito, ya lo verás. Por unos minutos la gente se convierte en querrequerres- le contesta con una amplia sonrisa el orgulloso padre.

Con que los visitantes se convierten en querrequerre- pensé. Cada vez se volvía más interesante este reportaje. Hasta podría enviar la nota a la sección Mitos Urbanos del canal MTv. Quizás esta historia tenga algo de real porque, como dice el cronista Pablo Antillano: el querrequerre es tan malhumorado y buscapleitos que parece humano.

Luego de dejar el frío callejón y subir unas escalinatas de piedra nos encontramos con la cabaña del guardaparques construida en madera, la cual posee baños públicos, sirve de asistencia a emergencias y, además, es sede de la Policía Municipal de Chacao y de la Guardia Nacional.

Detrás de ésta hay una imagen de la Virgen Milagrosa, colocada allí por la antigua alcaldesa de Chacao, excandidata presidencial y miss Universo, Irene Sáez.

Colocándole unas flores a la Virgen conseguí a dos señoras de una organización dedicada a la observación de aves. Sus franelas con el logo de su grupo, los binoculares y un libro con fotografías y descripciones detalladas de pájaros, las delataban.

-El ave que buscaremos hoy es conocido en Estados Unidos como Green Jay y en Venezuela como querrequerre. Es muy inteligente ¿Sabías que responde a ciertos sonidos y posee una gran variedad de éstos para comunicarse?- decía una de las observadoras.

-Inteligente y arisca - contesto su colega-. Forma parte de la familia Checla Corvidae, es decir de las urracas o cuervos. En México lo llaman urraca de montaña en Chiapas y ruiseñor en Michoacán. Me han dicho que acosa a las ardillas, amenaza a los caminadores en el cortafuego y es capaz de arrebatar las chicharras, en pleno vuelo, a los cucaracheros y a los turpiales.

No es raro encontrar observadores de aves en nuestros parques nacionales y áreas bajo régimen de administración especial o Abraes, pues de cada 10 especies de aves de América del Sur, 4 se encuentran en Venezuela.

Además, según declaraciones ofrecidas a Reuters por Mirna Quero, directora general de fauna del Ministerio del Ambiente, nuestro país está entre los 15 países más megadiversos del mundo y el séptimo más rico en aves a nivel mundial.

Subiendo ya por el camino empinado y polvoriento me conseguí con unos amigos de la universidad que en primer lugar se sorprendieron por verme tan temprano subiendo El Ávila.

-Ya saben, la agencia de noticias nos pone a trabajar full -dije con cara de resignación-. Esta vez me tocó como pauta de reportaje el querrequerre.

-¡El ave fascista...! -saltó a decir uno de mis amigos revolucionarios.

-No entiendo - dije curioso de obtener nuevos datos para mi reportaje- ¿Qué quieres decir?

-Mira Joaquín. Sabes que yo siempre consulto Aporrea.org, y en una oportunidad leí un artículo donde comparaban al querrequerre con los fascistas.

-Aunque no creo que le guste a la agencia que mezcle ecología con política en un reportaje, si me cuentas no dejaré de publicarlo -dije, con gesto de que quería más detalles.

-Está bien, Joaquín, ahí te va: en el artículo decían que los querrequerre, al igual que los fascistas, no son abundantes. Emiten un sonido desagradable y se caracterizan por su agresividad hacia sus congéneres y otras especies de menor tamaño a las cuales suelen atacar en grupos. No admiten en su territorio a otras especies diferentes, salvo aquellas más pequeñas que se alimentan de los piojos, pulgas y garrapatas que suelen alojarse en ellos y a las cuales espantan después de que han realizado su labor de limpieza. Para los ornitólogos constituye un hecho muy curioso, aún no explicado, que siendo unas aves cuyo hábitat son las zonas subtropicales, cuando son llevados al norte se adaptan perfectamente a las condiciones imperantes olvidando su agresividad e incluso, cuando son enjaulados, se someten mansamente al cautiverio y hasta su graznido se suaviza, llegando hasta comer de la mano de quienes los exhiben como trofeos de caza menor, ante quienes se muestran sumamente agradecidos, a tal punto que muchos de esos ejemplares cuando son traídos de nuevo a su hábitat languidecen y otros muestran una conducta más agresiva que la que tenían antes de emigrar al norte.

-¡Qué cosas...! Creo que a ambos nos hacía falta subir a El Ávila para aclarar la mente.

-Claro pana. Sigue subiendo a este ritmo porque sino te cansas más.

-Yo como que sigo por este atajo. Nos vemos arriba.

Los atajos erosionan, es una frase que se me ha quedado grabada y que recuerdo cuando tomo decisiones y me veo tentado a seguir el camino fácil. En esta oportunidad tuve suerte porque me conseguí con el famoso Pajarito de Inparques, apodo con el que se conoce al biólogo ambiental especialista en aves, Gustavo Jiménez.

- Yo sigo haciendo mi lista de aves aquí arriba -responde Pajarito ante mi curiosidad al verlo con binoculares y anotando en una libreta-. Estoy identificando por sectores los grupos de aves que pueden observarse, para que este material sirva como una especie de chequeo. Las aves son buenos indicadores de cambios en el ambiente.

-¿Cuántas especies de aves hay en El Ávila?- pregunté.
-En El Ávila yo tengo registradas 370 especies de aves. Pero tendría que recorrer aún más hacia el este: Guarenas, Guatire, Araira y hasta Birongo para buscar otras.

-Yo estoy realizando un reportaje sobre el querrequerre ¿Podría decirme la cantidad de ellas en el parque y si está en peligro de extinción?

- No están en extinción para nada. Ellos forman parte de la familia de los cuervos y estos son muy inteligentes para adaptarse a varios ambientes y escapar de las agresiones de las personas.

Gustavo Jiménez pasó a explicarme que su tesis de pregrado, con la que se graduó en 1982, versó sobre los cuervos de Estados Unidos y por eso los conocía bien.

-El Querrequerre tiene una amplísima distribución. Llega desde el sur de Texas en los Estados Unidos, pasa por toda Centro América, y llega a casi toda la parte norte de Sur América - continuó Pajarito con su explicación.

-Hay gente que reconoce en el Querrequerre rasgos de inteligencia porque responde a los sonidos que se les envía ¿Esto es así?

-Fíjate -aclara Pajarito-, son inteligentes no solamente por los sonidos. Es inteligente también por la capacidad que tienen de mantenerse en muchos de los sistemas, de su adaptación y capacidad de aprender ciertas cosas. Un ejemplo de esto lo viví hace poco: Había dejado un morral en un árbol, para acercarme con los binoculares a hacer unas observaciones. Al voltear había 4 ó 5 querrequerres montados en el morral tratando de abrir los cierres del morral a ver si ellos podían conseguir algo adentro. Bueno... yo dije pues ¿qué es esto? (ja, ja).

-En una Guía de Aves de Venezuela que traigo conmigo, escrita por Phelps y Meyer, dice que como parte del nombre científico de esta ave se incluye el termino ynca ¿Será porque las primeras descripciones de esta especie se hicieron en Perú?

-Puede ser - responde Pajarito-. No estoy muy seguro, pero me imagino que tendrá que ver también con los colores que tiene. Por ejemplo, el color azul de la mechita que le sale por delante. Los Incas usaban muchas plumas en algunas de sus ceremonias. Ésta podría ser la razón.

-¿Desde cuando trabajas en Inparques, Pajarito?

-Desde 1985.

Dejé a Pajarito con sus binoculares y su libreta, y después de media hora de subida extenuante, este periodista, poco aficionado a los ejercicios, se dejó caer de espaldas sobre la grama que rodea a la casa del guardaparque. Amigo, esta área está recuperándose. Puede usar otros sectores para descansar -interrumpió mi descanso, con un tono cordial, Osvaldo Vargas, el guardaparques de Sabas Nieves por más de 12 años.

-Disculpe. Soy Joaquín Pereira y estoy realizando un reportaje sobre el querrequerre ¿Podría responderme algunas preguntas?

-Encantado.

-Primeramente ¿por qué se le llama a este lugar Sabas Nieves?

-Sabas Nieves fue un guardaparques que dedicó la mayor parte de su vida a la protección del Parque Nacional El Ávila. En su memoria, se le puso a este lugar su nombre.

-¿Cómo se siente con su trabajo? ¿Cuánto gana como guardaparques?

-Yo estoy bien. Los visitantes son muy amables. Un Guardaparques gana como sueldo base 3 mil 420 bolívares diarios. Actualmente, nos deben alrededor de 5.000.000 de bolívares.

-¿Qué preparación se le exige a un guardaparques?

- Tenemos que ser reservistas. Tengo cursos de primeros auxilios, manejo de cuerdas, rescate...

-Hábleme ahora del querrequerre ¿Qué comen?

-Son como las gallinas, comen de todo: mariposas y gusanos, también fruta y cualquier cosa que le den los visitantes.

-¿Forman pareja?

- No. Hay un líder dentro de cada grupo que hace el papel de gallo. Las hembras y los machos no se diferencian en el plumaje como otras especies de aves.

-¿Cuántos huevos ponen?

-Ponen un máximo de 2 huevos. Están ahora en temporada de echarse, es decir, poner huevos: entre mayo, junio y julio.

-¿Cuánto alcanzan a vivir?

-Pueden alcanzar 50 años. Esto es difícil determinarlo. Quien te puede dar más detalles es Pajarito, un biólogo de Inparques.

-Sí. Me lo acabo de conseguir cuando subía para acá. Gracias, Osvaldo, ahora voy a entrevistar al personaje de mi reportaje.

-Suerte. Y no creas, no es tan arisco como dicen que es.

-Después de hablar con el Guardaparques me dirigí a comprar los famosos helados de vasito de Sabas Nieves. En la cola me volví a conseguir al niño con su padre que había visto en el callejón Diagon. En una mano el pequeño tenía una rama, y jugaba con ella como si fuera una varita mágica.

-Papá, tú siempre tienes razón. Mira a toda a esa gente comiendo helados de fruta. Parecen pájaros.

Después de aclarado el mito de los hombres pájaro decidí acostarme en la grama a descansar. En ese momento una sombra saltó sobre mí, de una rama a otra, tapando por un momento el fuerte sol de esa hora. Por su tamaño, de unos 30 cm de largo, debería ser una ardilla o un pequeño mono, pero un chillido penetrante identificó a quien sería mi próximo entrevistado.

Había un grupo de tres Querrequerres. Sus ojos eran amarillos, con un punto arriba y una mancha azul debajo de ellos; el pico y las patas negros; la corona y la nuca azules; La cara, garganta y pecho negros; las partes superiores del ave eran verdes; la cola ligeramente azul; y cuando las alas y la cola se extienden muestra algunas plumas amarillas.

- ¿Cómo está Don Querrequerre?- pregunte, para iniciar mi entrevista.

- Cheh-Cheh-Cheh-Cheh -respondió amablemente el amo y señor de Sabas Nieves.


FIN/JPG

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crónica de un akelarre de periodistas

Crónica de la producción del video “Misión Milagro: Entre luces y sombras”